Por Roberto Rojas
Los funcionarios deben seguir el ritmo de “trabajo”, del presidente Luis Abinader.
El discurso de rendición de cuentas del presidente Luis Abinader el pasado 27 de febrero dejó claro que su gobierno ha sido el más transparente en el manejo de los recursos públicos en los últimos años. Cada peso invertido ha estado debidamente justificado, y la ciudadanía ha sido testigo de una administración que prioriza la honestidad y la eficiencia en cada acción.
Sin embargo, si bien la transparencia ha sido una marca de este gobierno, aún queda un reto importante: que todos los funcionarios asuman el mismo nivel de compromiso, trabajo y entrega que el presidente. Es urgente que la burocracia se reduzca y que las obras y proyectos se ejecuten con mayor rapidez, evitando trabas innecesarias que retrasan el impacto positivo de las iniciativas gubernamentales.
El país necesita servidores públicos que entiendan la urgencia de las soluciones. No se puede permitir que la lentitud administrativa afecte el ritmo de transformación que el presidente Abinader ha impulsado. Los ciudadanos esperan respuestas ágiles y efectivas, y es deber de cada funcionario garantizar que las políticas y proyectos lleguen a la gente en el menor tiempo posible.
Aún quedan más de tres años de gobierno, y este es el momento clave para consolidar un legado imborrable. La historia recordará a quienes estuvieron a la altura del desafío y trabajaron con determinación para mejorar la vida de los dominicanos. La invitación está sobre la mesa: funcionarios, sigan el ritmo del presidente Luis Abinader y hagan que cada acción cuente para el desarrollo de nuestro país.

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