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HABLEMOS DE POLITICA OPINIÓN

Editorial: En el gobierno hay muchos “Miguel Mejía” que no merecen tener un “decreto presidencial” 

Editorial: En el gobierno hay muchos "Miguel Mejía" que no merecen tener un "decreto presidencial" 

Por: José Amador, Director General del Periódico Alta Gama

La reciente destitución de Miguel Mejía, quien fungía como ministro sin cartera para las Políticas de Integración Regional y secretario general del Movimiento Izquierda Unida (MIU), representa un paso firme y necesario del presidente Luis Abinader para defender la dignidad de la figura presidencial y reafirmar su liderazgo en la conducción del país. Las declaraciones irrespetuosas de Mejía, calificando de «desastre» la política exterior de esta gestión y sugiriendo que el presidente está «reservado para el zafacón de la historia», son un atentado contra el respeto institucional que debe primar en cualquier democracia funcional.

Es importante recalcar que el disenso político es fundamental para fortalecer la pluralidad democrática, pero la crítica debe realizarse en un marco de respeto, con argumentos que busquen aportar al debate nacional y no deslegitimar gratuitamente el liderazgo presidencial. Luis Abinader, en su rol como jefe de Estado, ha demostrado valentía al tomar decisiones enérgicas que otros quizá evitarían, y esta destitución envía un mensaje claro: la investidura presidencial no será vulnerada.

Sin embargo, este episodio también abre la puerta a una reflexión más profunda: ¿cuántos otros funcionarios dentro del tren gubernamental están fallando en honrar la confianza depositada en ellos? Es un secreto a voces que algunos ocupan sus cargos sin el compromiso ni la capacidad necesarios para llevar adelante las responsabilidades que les han sido delegadas. Este no es solo un problema de desempeño, sino también de ética y respeto hacia el pueblo dominicano.

El país necesita un relanzamiento del gobierno, un enfoque renovado que permita consolidar los logros obtenidos hasta ahora y corregir los desaciertos que afectan la gestión pública. El segundo mandato del presidente Abinader debe marcarse por la firmeza en el cumplimiento de su visión de desarrollo, pero también por la capacidad de hacer ajustes oportunos en su equipo de trabajo. Los dominicanos esperan funcionarios comprometidos, preparados y que valoren la oportunidad histórica de servir al país desde sus posiciones.

Es hora de que el presidente haga una revisión exhaustiva de su gabinete y de las instituciones bajo su mando. Funcionarios incapaces o sin vocación de servicio no deben seguir ocupando posiciones clave, ya que su permanencia podría comprometer la eficacia de las políticas públicas y la confianza del pueblo en el gobierno.

Luis Abinader ha demostrado, con esta decisión, que no permitirá que la figura presidencial sea pisoteada. Ahora le corresponde dar el siguiente paso: depurar a su equipo y relanzar su administración con una fuerza renovada, enfocada en cumplir las expectativas de los ciudadanos que confiaron en su liderazgo.

José Amador
Director General
Periódico Alta Gama