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OPINIÓN SANTO DOMINGO ESTE

Editorial: El general no tiene quien le escriba

Editorial: El general no tiene quien le escriba

Por José Amador, director del periódico Alta Gama

Desde su llegada a la Alcaldía de Santo Domingo Este, hace aproximadamente siete meses, Dío Astacio ha enfrentado diversas crisis de comunicación que han puesto a prueba su liderazgo y su capacidad de respuesta. Sin embargo, lo más preocupante no son las críticas, que son inherentes al ejercicio de un cargo público, sino la evidente falta de una estructura comunicacional sólida que pueda respaldarlo en los momentos más complejos.

El alcalde del municipio más grande de la República Dominicana parece carecer de un “anillo mediático,” un equipo capaz de gestionar las crisis, controlar las narrativas adversas y, sobre todo, salir en su defensa cuando sea necesario. Hasta el momento, hemos visto a Astacio asumiendo en solitario la labor de contrarrestar las críticas y explicarse ante la opinión pública, algo que, aunque loable en términos de voluntad personal, no es sostenible ni estratégicamente eficaz para su gestión.

Los líderes que ocupan posiciones de tanta relevancia necesitan rodearse de equipos especializados que comprendan la dinámica de los medios, las redes sociales y las percepciones ciudadanas. Un alcalde no puede permitirse ser su único vocero, y mucho menos quedarse sin defensores en los momentos de mayor presión.

Santo Domingo Este es un municipio diverso y complejo, con una ciudadanía activa y demandante. Las críticas, tanto constructivas como destructivas, son parte del panorama diario. Por eso, es imprescindible que el alcalde construya una estructura comunicacional fuerte, con estrategas que no solo gestionen las crisis, sino que también proyecten los logros de su administración y promuevan una narrativa positiva sobre su trabajo.

No se trata solo de defenderse, sino de adelantarse. La comunicación efectiva no es una reacción; es una planificación que permite prevenir y minimizar los impactos negativos. Astacio debe entender que su liderazgo será cuestionado una y otra vez, y su éxito dependerá, en gran medida, de su capacidad para comunicar, persuadir y conectar con la población.

Ojalá el alcalde tome las medidas necesarias para fortalecer su equipo y dejar de depender exclusivamente de su esfuerzo personal para enfrentar las tormentas mediáticas. Un líder es tan fuerte como el equipo que lo respalda, y es hora de que Dío Astacio construya el suyo.