Por/ José Amador/ director del Periódico Alta Gama
En las últimas semanas, los dominicanos han experimentado una situación preocupante: el precio del pollo, una de las principales fuentes de proteína en la dieta local, ha alcanzado niveles alarmantemente altos. Con la libra de pollo vendiéndose entre RD$85.00 y RD$90.00 en los mercados y hasta RD$100.00 en los colmados, las amas de casa y los vendedores coinciden en que estos precios son inaceptables. Pero lo que resulta aún más inquietante es el aparente silencio de Pro Consumidor, la institución encargada de velar por los derechos de los consumidores.
Eddy Alcántara, director ejecutivo de Pro Consumidor, ha permanecido en gran medida invisible mientras los precios del pollo siguen su espiral ascendente. Su falta de acción o siquiera de un pronunciamiento público ha generado una ola de frustración y descontento entre los consumidores, quienes se sienten abandonados por una institución que, en teoría, existe para proteger sus intereses. Es innegable que la manipulación de precios, ya sea por parte de comerciantes o distribuidores, debe ser combatida con firmeza, y es precisamente en situaciones como esta cuando la presencia de Pro Consumidor debería ser más visible y contundente.
El argumento de que los precios del pollo responden a la ley de oferta y demanda es insuficiente. El rol de Pro Consumidor no es simplemente observar el mercado desde las gradas, sino intervenir cuando se detectan abusos. Es inquietante que, mientras el precio del pollo se eleva, Pro Consumidor no haya realizado inspecciones, auditorías o al menos emitido una advertencia a los comerciantes para que se ajusten a las normativas de precios justos. Este silencio institucional da la impresión de que Pro Consumidor está, en el mejor de los casos, desconectado de la realidad, y en el peor, cómplice pasivo de esta escalada de precios.
La situación también nos invita a reflexionar sobre la efectividad y relevancia de Pro Consumidor bajo la dirección de Alcántara. Si la entidad no puede cumplir con su misión principal de proteger a los consumidores en momentos críticos, ¿qué papel está jugando en nuestra sociedad? Es hora de que Eddy Alcántara y su equipo salgan de su aparente letargo y asuman con responsabilidad la defensa de los derechos de los dominicanos. De lo contrario, Pro Consumidor corre el riesgo de convertirse en una entidad irrelevante, alejada de las verdaderas necesidades del pueblo.
