Este viernes, Bélgica confirmó el primer infectado con la nueva variante. Se trata de un pasajero que llegó de Egipto el pasado 11 de noviembre, según confirmó el virólogo Marc Van Ranst, investigador de la respuesta a la pandemia en este país europeo.
Aunque es pronto para sacar conclusiones, ya que los casos confirmados se concentran principalmente en una provincia de Sudáfrica, los distintos países ya han empezado a tomar medidas.
Estados Unidos anunció que, a partir del lunes 29 de noviembre, se suspenderá la entrada de viajeros extranjeros desde Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini (Suazilandia), Mozambique y Malaui.
Las autoridades de Reino Unido también decidieron tomar precauciones y los viajeros procedentes de esos mismos países que estén ya en su territorio deberán hacer cuarentena, y a partir de este viernes la llegada de viajeros con ese origen quedará restringida.



Por ejemplo, la N501Y parece facilitar la propagación del coronavirus. Hay otras que dificultan que los anticuerpos reconozcan el virus y pueden hacer que las vacunas sean menos efectivas.
El profesor Richard Lessells, de la Universidad de KwaZulu-Natal en Sudáfrica, dijo: “Nos preocupa que este virus pueda tener una transmisibilidad mejorada, una capacidad mejorada para propagarse de persona a persona, pero también podría evitar partes del sistema inmunológico”.
Ha habido muchos ejemplos de variantes que parecían aterradoras sobre el papel, pero que no llegaron a nada. La variante Beta estaba en la cima de las preocupaciones de los expertos a principios de año porque era la que mejor para escapaba del sistema inmunológico. Pero al final fue la delta, que se extendió más rápido, la que se apoderó del mundo.
Es pronto para sacar conclusiones
Los estudios científicos en el laboratorio darán una imagen más clara, pero las respuestas llegarán más rápidamente al monitorear el virus en el mundo real.
Aún es pronto para sacar conclusiones claras, pero ya hay indicios que están causando preocupación.
Ha habido 77 casos totalmente confirmados en la provincia de Gauteng en Sudáfrica, cuatro casos en Botswana y uno en Hong Kong (que está directamente relacionado con los viajes desde Sudáfrica).
Sin embargo, hay indicios de que la variante se ha extendido aún más.
Esta variante parece dar resultados extravagantes en las pruebas estándar, que se pueden usar para rastrear la variante sin hacer un análisis genético completo.
Eso sugiere que el 90% de los casos en Gauteng ya puede ser esta variante y “ya puede estar presente en la mayoría de las provincias” de Sudáfrica.
Pero esto no nos dice si se propaga más rápido que la delta, si es más severa o hasta qué punto puede evadir la protección inmunológica que proviene de la vacunación.
Tampoco nos dice qué tan bien se propagará la variante en países con tasas de vacunación mucho más altas que el 24% de Sudáfrica, aunque un gran número de personas en el país han tenido covid.
Así que por ahora tenemos una variante que genera preocupaciones importantes a pesar de los enormes agujeros en nuestro conocimiento sobre ella.
La lección de la pandemia es que no siempre se puede esperar hasta tener todas las respuestas.

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